Las Autopistas Wireless, ¿son el futuro?
La revolución del transporte por carretera está obligada a producirse. Los altos niveles de contaminación y la utilización de un combustible destinado a agotarse han provocado que desde su concepción se busque una alternativa al motor de combustión tal y como lo conocemos hoy en día.
En el mundo, y durante los últimos años se han vendido más de 600.000 coches eléctricos y 9.000.000 híbridos, pero a pesar de ello representan una cuota prácticamente insignificante del parque de automóviles. Los bajos precios del petróleo en la actualidad y la baja demanda en países como España hacen que mucha gente dude sobre el futuro de los vehículos eléctricos. A pesar de ello existen razones que nos hacen pensar que el futuro a largo plazo de los vehículos eléctricos es importante.
Porque las ventajas de los medios de transporte eléctrico van mucho más allá de las bajas emisiones contaminantes y de la reducción del coste del combustible. Un hecho destacable del vehículo eléctrico es su sencillez mecánica respecto al vehículo con motor de combustión interna. Esta sencillez implica que las partes mecánicas duren más al mismo tiempo que requiere muchas menos revisiones y gastos de mantenimiento. La ausencia de embrague hace que sea un vehículo más cómodo y descansado de conducir que un coche convencional, lo que notan especialmente los profesionales del volante, como taxistas y repartidores de mercancías.
Sin embargo, no todo son ventajas, los vehículos eléctricos han tenido grandes problemas a los que enfrentarse desde su concepción y comercialización. La escasa autonomía, los altos tiempos de carga, la necesidad de incorporar motores de combustión complementarios. En los últimos años están comenzando a aparecer nuevas tecnologías e iniciativas que buscan solucionar estos problemas que dificultan la transición hacia un modo de transporte más eficiente y ecológico. Uno de las iniciativas que más apoyo está consiguiendo, la de vías que recargan los vehículos a través de un campo magnético, no es tan innovadora como podríamos pensar. En la exposición Futurama, celebrada en Nueva York el año 1939, el diseñador Normal Bel Geddes planteó vías que aportaban energía a los vehículos eléctricos que circulaban sobre ellas.
KAIST-OLEV
Desde el Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología en Korea (KAIST) se desarrolló una innovadora tecnología que hace posible recargar las baterías de los vehículos mientras estos se hallan en movimiento. Esta es la primera carretera de su tipo en el mundo y la tecnología de los vehículos “más ligeros, más verdes, más seguros” y por cierto menos ruidosos –como dice la publicidad de la empresa– también lo es. Además los buses eléctricos KAIST OLEV consumen 1/5 de la batería que consume un vehículo eléctrico “convencional” y por lo tanto han reducido los costes y los posibles accidentes.
OLEV
Las baterías de los autobuses están equipadas con una tecnología, llamada “Resonancia en campos magnéticos moldeados” que mueve campos electromagnéticos creados por los cables (que se encuentran en el asfalto) hacia el bus, pero no hacia otro tipo de vehículos normales. Un espiral de la batería convierte los campos electromagnéticos en electricidad a una distancia de más de 0,15 m sobre el suelo. Para aumentar la seguridad, toda la instalación está diseñada de tal modo que únicamente transfiere corriente en aquellos sectores por los que circulen este tipo de vehículos.
PROYECTO “ELECTRIC RECHARGING LANE” EN REINO UNIDO.
Reino Unido ha visto en esta tecnología una oportunidad de desarrollo y una posibilidad de situarse a la cabeza de una tecnología que puede llegar a convertirse en indispensable. Un portavoz de la agencia estatal Autopistas de Inglaterra, ha asegurado que «las pruebas son las primeras de su tipo y verificarán la forma en que la tecnología trabajaría con seguridad y efectividad en las autopistas y las principales carreteras del país, para permitir a los conductores de vehículos con emisiones ultra bajas recorrer largas distancias sin necesidad de detenerse para recargar la batería del automóvil».
El gobierno británico ha anunciado su intención de implementar este tipo de vías en las principales autopistas del país, con el objetivo de crear una red de carga inalámbrica por debajo del asfalto. Se ha comprometido a destinar 500 millones de libras en el desarrollo de esta iniciativa en los próximos 5 años, lo que les favorecerá el desarrollo del sector.
Únicamente el tiempo dirá si el sueño de Geddes, hace más de 75 años, se convertirá en realidad.
Jose Antonio Boo Vicente
Grupo C5
Bibliografía
http://www.autobild.es/noticias/disenan-carreteras-que-cargan-coches-electrico-264543
http://blogthinkbig.com/carreteras-que-recargan-coches-electricos/
https://www.gov.uk/government/news/off-road-trials-for-electric-highways-technology
#AMilKilómetros 
En una sociedad como la actual en la que la conciencia ecológica cada vez está más presente, el sueño de Geddes podría ser el de más personas. En la línea de lo que comentas Jose, me gustaría mencionar el proyecto SOLAR ROADWAYS de Scott Brusaw. Este ingeniero está desarrollando paneles solares modulares que se pueden instalar en carreteras y son capaces de acumular energía. Se trata de sustituir las carreteras convencionales por paneles fotovoltaicos reforzados para soportar el peso de los vehículos y conferir una sujeción similar a la que ofrece el asfalto. De hecho, los paneles son capaces de cargar los vehículos eléctricos que circulan por ellos.
También me resulta de interés en este sentido el carril bici solar de 70 metros que han construido los holandeses pero que genera 3000 kWh.
Todos estos proyectos serían relevantes en un país que cuenta con muchas horas de sol al año, como es el caso de España.
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